El análisis de contenido es una de las familias de técnicas más longevas de la historia de la investigación social. Sin embargo, entre los diferentes enfoques, es el que ha sufrido las tendencias más fluctuantes. Desde el éxito de los estudios de Berelson a mediados del siglo XX, cuya marcada tendencia cuantitativa de estructura analítica y procesual lo equiparó a otros enfoques más estructurados de la investigación, como las encuestas y los experimentos, hasta su eclipse unos treinta años después, cuando el desarrollo de métodos más exquisitamente cualitativos levantó el muro de la necesidad de establecer la frontera entre el análisis científico de un texto o comunicación simbólica y una simple “lectura” impresionista, arbitraria y completamente subjetiva del mismo. Pero el giro digital de nuestra sociedad ha abierto nuevos horizontes a esta familia de técnicas, en un momento en que los investigadores ya no tienen que tratar con datos caracterizados de forma inequívoca. A diferencia de lo que ocurre fuera de la red, donde los datos pueden dividirse según los productores, los destinatarios, los tipos específicos en los que se manifiestan (números, palabras, materiales iconográficos o audiovisuales), el escenario digital da un vuelco a la univocidad de la connotación y al carácter estático de estos datos. En la era del big data, los datos que el investigador social tiene que manejar adquieren una naturaleza polifacética, son a la vez objetos de contenido, sujetos a reacciones, determinantes de la reactividad, resultado de producciones y productores que a menudo se mezclan y no se pueden desambiguar, con una naturaleza persistente, relacional e interaccional. Frente a estos datos diferentes, empapados de información e insertos en el flujo dinámico de un escenario en continuo y rapidísimo cambio, el análisis de contenido encuentra oro nuevo y renace, adquiriendo una connotación que siempre le ha caracterizado desde sus inicios: su carácter dinámico y concebido en una perspectiva para la que el aterrizaje a una perspectiva de métodos mixtos es una consecuencia natural. Partiendo de estas consideraciones, en este artículo explicaremos las direcciones, potencialidades y perspectivas de un análisis de contenido mixto, renovado en el escenario digital.
El análisis de contenido y el escenario digital: una perspectiva de métodos mixtos / Punziano, Gabriella; Padricelli, Giuseppe Michele. - (2023), pp. 57-76.
El análisis de contenido y el escenario digital: una perspectiva de métodos mixtos
Gabriella Punziano
;Giuseppe Michele Padricelli
2023
Abstract
El análisis de contenido es una de las familias de técnicas más longevas de la historia de la investigación social. Sin embargo, entre los diferentes enfoques, es el que ha sufrido las tendencias más fluctuantes. Desde el éxito de los estudios de Berelson a mediados del siglo XX, cuya marcada tendencia cuantitativa de estructura analítica y procesual lo equiparó a otros enfoques más estructurados de la investigación, como las encuestas y los experimentos, hasta su eclipse unos treinta años después, cuando el desarrollo de métodos más exquisitamente cualitativos levantó el muro de la necesidad de establecer la frontera entre el análisis científico de un texto o comunicación simbólica y una simple “lectura” impresionista, arbitraria y completamente subjetiva del mismo. Pero el giro digital de nuestra sociedad ha abierto nuevos horizontes a esta familia de técnicas, en un momento en que los investigadores ya no tienen que tratar con datos caracterizados de forma inequívoca. A diferencia de lo que ocurre fuera de la red, donde los datos pueden dividirse según los productores, los destinatarios, los tipos específicos en los que se manifiestan (números, palabras, materiales iconográficos o audiovisuales), el escenario digital da un vuelco a la univocidad de la connotación y al carácter estático de estos datos. En la era del big data, los datos que el investigador social tiene que manejar adquieren una naturaleza polifacética, son a la vez objetos de contenido, sujetos a reacciones, determinantes de la reactividad, resultado de producciones y productores que a menudo se mezclan y no se pueden desambiguar, con una naturaleza persistente, relacional e interaccional. Frente a estos datos diferentes, empapados de información e insertos en el flujo dinámico de un escenario en continuo y rapidísimo cambio, el análisis de contenido encuentra oro nuevo y renace, adquiriendo una connotación que siempre le ha caracterizado desde sus inicios: su carácter dinámico y concebido en una perspectiva para la que el aterrizaje a una perspectiva de métodos mixtos es una consecuencia natural. Partiendo de estas consideraciones, en este artículo explicaremos las direcciones, potencialidades y perspectivas de un análisis de contenido mixto, renovado en el escenario digital.File | Dimensione | Formato | |
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