Los trajnes de Ramón Gaya: vida, pintura y pensamiento

Muchos exiliados republicanos tuvieron que viajar muchos antes de volver a pisar su tierra. Para Ramón Gaya los viajes empezaron antes del exilio. In primis con el primer viaje que el joven Gaya cumplió con una beca en el año 1928 para ir antes a Madrid y ver la grandes pinturas de la tradición española y después a Paris al fin de conocer el arte más moderna de su tiempo. La vuelta a su Murcia significò además reconocer el valor de la pintura en el marco de la tradición o sea el primer rechazo a los “ismos” que se repitirá a menudo en su vida. Con la guerra los viajes de Gaya acompañaran el Gubierno Repúblicano: Valencia, Barcelona y, después de un periodo en un campo francése, el exilio en México. Volver de México después de trece años de exilio fue para Gaya no solo llegar a Europa sino retornar a su pintura, al manantial de su pintura. En 1952 a través del primer viaje a Europa y a el arte europeo Gaya vuelve a pintar y a apuntar sus ideas sobre arte. Su vuelta a España en los años 60 representerá otra manera de recontruir su vida y su trabajo. La obra ensayistica y pintorica de Gaya es, como alguien la defino, la de una “peregrino” de la pintura.